19.8.10

El amor

te absorbe, te quita la respiración, drena cada gota de tu sangre, te reduce a la más mínima expresión, pero no pasa nada... No cuando todo lo suyo es tuyo, cuando su aliento reemplaza al que perdiste, cuando nada más mirarle notas cómo te vuelves cada vez más fuerte, cuando, en definitiva, todo lo que necesitas para ser algo más que carne y huesos es su sonrisa.